Mejora la coordinación de movimientos haciéndolos más libres y fáciles.
Aumenta las posibilidades y repertorio de movimientos.
Previene daños o lesiones (desgarros, tirones, contracturas y roturas
musculares, así como problemas anticuares, tendintis, etc.).
Facilita las actividades de tipo explosivo o rápido, si se incluye
ampliamente en el calentamiento.
Mejora, con su trabajo metódico, el conocimiento del propio cuerpo
(mediante el desarrollo de la sensibilidad hacia sensaciones internas y
propioceptivas).
Mejora y agiliza la circulación sanguínea.
Nos permite obtener, si se realiza en condiciones adecuadas,
sensaciones agradables y acelerar algunos procesos de recuperación.
Mejora directamente el rendimiento deportivo: mejorando la fuerza
elástica y sobre todo la amplitud de movimientos).
Favorece la unión “cuerpo, mente y espíritu”, de ahí que su práctica se
incluya en muchas de las modalidades orientales de actividad físicofilosófica (tai-chi, kárate, kung-fu, yoga…).
Facilita la relajación de la tensión y combate el stress.
Fomenta la autodisciplina y lo hace especialmente en tres niveles o
“momentos”: 1- “Instantánea”: en el preciso momento de estirar un
músculo, manteniendo una posición algo incómoda o ligeramente
dolorosa, siendo capaz de relajarse y controlar la respiración.2-
“Habitual”: incluyendo con constancia la realización de breves sesiones
de flexibilidad integradas dentro de nuestra vida cotidiana semanal. 3-
“Consecuente”: incluyendo ejercicios de flexibilidad siempre que la
actividad física que estemos realizando así lo recomiende
(calentamiento o vuelta a la calma de partidos, juegos, clases,
entrenamientos…).
Mejora la actitud postural, la simetría corporal y la “colocación” de los
diferentes segmentos y “cadenas” corporales de movimiento.
Reduce las posibilidades de sufrir lumbalgias (dolores de espalda en la
zona lumbar), gracias al incremento de movilidad del tronco.
Alivia el dolor muscular. Tanto el producido durante el ejercicio o tras su
ejecución, como el dolor muscular diferido localizado (agujetas) que
aparece a las 24 o 48 horas de la finalización del ejercicio.